El arrendamiento financiero es un modelo contractual muy utilizado en la actualidad por pequeñas y medianas empresas, ya que les permite no tener que hacer una inversión importante para utilizar ciertos bienes. Es por ello fundamental conocer qué es el arrendamiento financiero y la diferencia entre arrendamiento puro y arrendamiento financiero.
Qué es el arrendamiento financiero
El arrendamiento financiero o leasing es un contrato a través del cual se alquila un bien con derecho a compra al finalizar el contrato.
Este tipo de contrato es muy común entre las pequeñas y medianas empresas, ya que, después de todo, es una forma más de financiación. Así, el leasing permite reducir el gasto y mejorar la liquidez de la empresa sin necesidad de renunciar al uso de determinados bienes. En definitiva, este tipo de arrendamiento permite utilizar un bien determinado y decidir más tarde, a la finalización del contrato, si se quiere comprar o no.
Características del arrendamiento financiero o leasing
Las características del arrendamiento financiero son las siguientes:
- Se trata de un contrato en el que hay tres partes. El arrendador, que es la empresa que adquiere el bien, el distribuidor del bien, que es la empresa que vende el bien a la empresa de leasing, y el arrendatario, que es la empresa de leasing que formaliza el contrato con el arrendador.
- Se trata de un contrato con opción a compra. El leasing permite que el arrendador pueda comprar el bien que ha alquilado una vez ha finalizado el contrato de leasing.
- El objeto del contrato está destinado al uso profesional.
- La duración del contrato dependerá del bien objeto del mismo. Si se trata de un bien mueble la duración será de 2 años, y si se trata de un bien inmueble la duración será de 10 años.
- El bien objeto del contrato deberá estar asegurado a todo riesgo.
- Durante la vigencia del contrato, el dueño del bien no se hará responsable del deterioro o la pérdida del mismo.
Diferencia entre el arrendamiento puro y el arrendamiento financiero
La opción de compra a la finalización del contrato es la principal diferencia entre el arrendamiento puro y el financiero.
- Arrendamiento financiero: los riesgos del bien objeto del contrato se transfieren al arrendatario en tanto que esté vigente el contrato, es decir, durante el arrendamiento financiero a largo plazo y a medio plazo. Esto quiere decir que será el arrendatario el responsable del deterioro y pérdida del bien.
- Arrendamiento puro: los riesgos del bien objeto del contrato son asumidos por el arrendador, de forma que si el bien se pierde o se menoscaba será el arrendador quien responda.
Cuáles son las ventajas del leasing
Este tipo de contrato cuenta con ciertas ventajas. Son las siguientes:
- Reducción del gasto de la empresa. De esta forma, las empresas no necesitan hacer grandes inversiones de compra de bienes.
- Permite renovar periódicamente los bienes de la empresa a mucho menor coste. Así pues, las empresas podrán realizar un nuevo contrato de leasing con otro bien objeto. Es lo que suele hacerse muy a menudo con los coches de empresa.
- Mejora de la liquidez de la empresa.
- Utilización de ciertos bienes que, de otra forma, no podrían ser usados por las PYMES.
- Ventajas fiscales, ya que las cuotas de amortización por el leasing son consideradas gasto tributario y puede deducirse como tal.
Sin duda, el arrendamiento financiero cuenta con multitud de ventajas, por lo que las pequeñas y medianas empresas deberán tener muy en cuenta esta modalidad contractual para aprovechar todos sus beneficios.
Si quieres saber más de otros aspectos del mundo de la empresa, visita nuestras entradas del blog dedicadas a el due diligence y también a cuándo implantar un plan de igualdad en la empresa.